El viejo sueño del estadio de Universidad de Chile comienza a tomar forma. En más de alguna ocasión se anunciaron maquetas, terrenos y otros proyectos. Sin embargo, en Azul Azul prometen que esta vez será distinto y ya se habla de que es inminente la adquisición del terreno que albergará el futuro recinto, lo que va en línea con lo anunciado en enero, cuando la sociedad anónima concretó el pago de la deuda producida por la quiebra del club en 2006 y que le permitió estirar la concesión sobre el club hasta 2052.
“El Plan Estratégico para el trienio Julio 2021-Junio 2024 contemplaba hasta ahora las seis fases indicadas en el punto. Cumplidas todas y cada una de estas etapas, en los plazos previstos, toca ahora comenzar la ejecución de la séptima etapa de nuestro Plan Estratégico trienal, consistente en la suscripción de los instrumentos jurídicos vinculantes que permitan la adquisición de un terreno que sirva para la edificación de infraestructura deportiva para la U”, había anunciado en enero la sociedad anónima.
En ese contexto, la planificación tiene lógica, ya que al garantizar la administración por 29 años más, le permite a la concesionaria dar garantía de estabilidad a un posible auspiciador en caso de que la institución decida seguir el modelo de Naming Rights, que hoy sigue mayoría de los clubes que apuntan a remodelar o construir nuevos estadios, y también facilitar el acceso a futuros créditos de financiamiento de una obra de esta envergadura.
“Nuestra meta inmediata es que esta fase se concrete durante el primer semestre de 2023, para luego proceder al octavo paso, que consiste en solicitar y obtener los permisos necesarios para, definitivamente, materializar nuestros proyectos de infraestructura. En nuestra visión, estimamos que estas obras resultan imprescindibles para la consecución de resultados deportivos y, por consecuencia, un crecimiento institucional íntegro”, añadió.
Justamente y tras buscar en diversas zonas de la Región Metropolitana, el plazo parece acortarse y la comuna de Lampa es la que gana más adeptos en el directorio. De hecho, las conversaciones -que se han mantenido en sigilo- están muy avanzadas para cerrar el nuevo recinto, lo que, de acuerdo a los plazos establecidos, debiese oficializarse en las próximas semanas.
Diversas fuentes confirman los avances en las tratativas, mientras que desde el municipio del norte de la capital optaron por el silencio.
Alianza con el gobierno
Mientras los azules afinan detalles para cerrar el nuevo recinto, surgió la iniciativa del gobierno de levantar un nuevo estadio para la postulación conjunta para el Mundial de Fútbol 2030. Fue la propia ministra del Deporte, Alexandra Benado, quien anticipó en febrero pasado la ambiciosa idea.
“Cada día que se avanza en la postulación del Mundial del 2030 es un paso más para la construcción de un nuevo recinto deportivo. Sin duda debe cumplir con los estándares FIFA de accesos para este tipo de eventos, lo que implicará contar con un recinto para 60 mil personas”, expresó la secretaria de Estado.
La idea apunta a contar con un coliseo que le permita al país albergar al menos una semifinal de la cita. “Como país nos merecemos contar con encuentros de fases decisivas para el que queramos sea nuestro Mundial. Hoy contamos con recintos que podrían recibir partidos de la fase de grupos, octavos y cuartos, pero sin duda queremos que en Chile se jueguen partidos decisivos del Mundial”, agregó.
La propia ministra, en conversación con radio Cooperativa, dejó una puerta abierta a una eventual conversación con Azul Azul. “No sé cuál es el modelo de negocio hoy en día de Universidad de Chile o si tiene proyectado en corto o mediano plazo un estadio. Me parece que siempre lo público y lo privado tienen que ir de la mano en el deporte, es una forma de avanzar y para que la gente tenga más acceso al deporte”, manifestó.
“En una postulación de estas características podría existir este modelo. Tenemos que revisar más adelante los detalles. Estamos enfocados a levantar la postulación, hacerla competitiva, para que no sea solo un hecho comunicacional. Trabajamos seriamente y es importante que los cuatro países podamos estar juntos en el desafío”, prosiguió.
Y si bien al interior de la concesionaria no está en los planes depender de alguien para levantar el recinto, sí están abiertos a una alianza en caso de que el gobierno lo requiera.
Al ser consultada, Cecilia Pérez, vicepresidenta del club y exministra del Deporte de la administración anterior, destaca en primer lugar la iniciativa del Estado. “Siempre será una buena noticia la disposición de recursos para infraestructura deportiva, y efectivamente hoy Chile no cuenta con un estadio que cumpla las exigencias FIFA para albergar semifinales o la final de un Mundial, y frente a la postulación en conjunto para el 2030, es una tremenda oportunidad de contar con un estadio de primer estándar mundial”, comienza expresando.
En esta misma lógica, se muestra disponible a explorar una posible sociedad para el sector público. “Si el gobierno ve una oportunidad para sumarse y hacer esfuerzos en conjunto, siempre serán bienvenidos a conversar. Nosotros tenemos nuestra hoja de ruta clara y en ese camino estamos trabajando para concluir cada etapa que nos permita concluir con la construcción de nuestra propia infraestructura deportiva azul”, valora.
