El ahora ex entrenador de Universidad de Chile Sebastián Beccacece rompió su silencio tras dejar la banca del cuadro estudiantil con la Revista Sábado de El Mercurio y apuntó sus dardos en contra del directorio de Azul Azul, apuntando que “nunca creyeron en mi proyecto”.
“Desde adentro querían molestar, porque yo hacía exigencias incómodas. Pedía jornadas dobles de entrenamiento, mejores hoteles, mejores concentraciones. Yo siempre encontré la respuesta del presidente, Carlos Heller. Pero en el directorio, salvo una que otra excepción, nunca creyeron en mi proyecto“, señaló.
“Si hubieran estado convencidos, no me habrían planteado a los seis meses que diera un paso al costado, como pasó“, añadió.
Lamentó el no poder sacarle mayor rodaje al plantel, explicando que “no tuve la capacidad de sacarle el máximo rendimiento a la mayoría de ese grupo y eso es algo que debo mejorar. Un líder es el que logra hacer mejor al otro y yo en esa etapa no lo logré. No estoy desilusionado con los futbolistas, lo estoy conmigo mismo“.
Además, considero su salida de la U como un “golpe y un fracaso. En el momento termina haciendo un daño, aunque creo que esto va a servir para fortalecerme. Fue un fracaso futbolístico y deportivo, pero en lo personal creo que no. De ninguna manera creo que perdí prestigio personalmente. A lo mejor es lo que se ve de afuera”.
También le contestó a su ex preparador de arqueros, Gustavo Flores, expresando que no quiere “caer en el debate que después va a seguir en un sin fin de opiniones. A mi me parece desubicado lo que dijo, pero nada más. Lo que tenía que decirle a él se lo dije personalmente“.
Su relación con Sampaoli y la selección chilena
En cuanto a separarse del cuerpo técnico de Jorge Sampaoli, comentó que “la decisión cayó de manera espontánea y natural. Consideré que después de la obtención de la Copa América 2015 mi camino al lado de él llegaba a su fin y mi cuerpo me exigía transitar otro recorrido”.
“Nuestra relación al día de hoy es nula, tiene más relación con mi hija que conmigo. Pero no por estar molestos, al menos yo. Sino que interpretamos que era lo mejor. Sigue siendo mi hermano“, prosiguió.
En cuanto a la relación con la ANFP y con Sergio Jadue, aseveró que “si bien Quilín no está lejos de ‘Juan Pinto Durán’, para nosotros era como la distancia entre Argentina y Chile, porque realmente no nos cruzábamos nunca. Estábamos todo el día en ‘Pinto Durán’. Vivíamos en una isla“.
Respecto a los pagos en tierras extranjeras por parte del directorio anterior del ente rector del fútbol chileno, acotó que fueron “mal asesorados, porque no era el contrato, era parte de los derechos de imagen. Entendíamos la molestia de la gente, pero no sacábamos ningún tipo de beneficio“.
“Nosotros ganábamos un monto liquido y lo que hicimos era determinar que una parte se pagaba acá y otra en el extranjero. Cuando nos enteramos que eso no correspondía, lo que hicimos fue modificarlo”, sentenció.
