En mi opinión, si Chile no logra controlar el medio campo, Chile pierde el rumbo y queda preso de las individualidades de Sánchez, Vargas, Vidal, Aránguiz o Díaz. Chile sin un organizador deja de ser un equipo y se transforma en un cumulo de habilidades individuales lanzadas en un campo de juego, eso lo puede hacer cualquiera.
Por lo menos Chile logró descontar. Por ultimo nos hemos acostumbrado a tener la idea de ganarle a Argentina. Recuerdo épocas antiguas, casi tan oscuras como la edad media donde al cruzarnos con Argentina pensábamos en perder por menos de 3 goles.
El partido frente a Bolivia se dio como debía darse. No todos los partidos se va a golear a Bolivia. Recordemos que los “bolos” también juegan. Sumemos las motivaciones patrióticas que tiene los jugadores y el último round geopolítico de la demanda que Chile interpuso en la Haya por las aguas del Silala. O sea, los altiplánicos venían ultra motivados.
Lo que pudo ver sobre ese partido más allá del triunfo agónico chileno es la siguiente situación: Todos recordamos Francia 1998 ¿verdad? Para los que no recuerdan: Chile iba derrotando 2-1 a la poderosa escuadra italiana en su partido de debut. Chile debió y mereció el triunfo, pero un árbitro que vivirá en la infamia cobró una mano del defensa Ronald Fuentes que para muchos no fue, para otros si fue y para el resto quedaba a criterio del juez. Sorpresa, el señor Lucien Bouchardeau marcó penal e Italia pudo empatar 2-2 el cotejo.
El penal se cobró porqué Italia es Italia. Las potencias no pueden quedar fuera en primera ronda, deben asegurar su paso a la segunda ronda, ya que son ellas y su palmarés lo que aseguran un buen e interesante espectáculo que se traducirá en un buen ingreso de dinero.
18 años tuvieron que pasar, una Copa América se debió ganar para contar con los favores de potencias como Italia. El penal cobrado por el árbitro en el partido contra Bolivia es igual al de Ronald Fuentes en Francia 1998. Los más nacionalistas pudiesen pensar que fue realmente penal, pero era una jugada absolutamente subjetiva, sujeta a la interpretación del árbitro. La interpretación del juez fue conducida por el espectáculo, el peso internacional de los jugadores chilenos, la Copa América de los chilenos y la necesidad de contar con un equipo que ha escalado en el ranking FIFA.
Al fin pasamos la categoría de cuadros comparsa. Ya no somos una selección comparsa que se invita por obligación, necesidad de transparencia o para ser goleada como Haití. Hoy por hoy, Chile pesa. Hemos subido de categoría, hemos escalado gracias a jugadores prodigio.Hoy, Chile mete menos miedo, pero más lobby.
Mauricio González Seguel. @gmauricio554
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