En los últimos 100 metros del campeonato más corto del mundo se definía el campeonato entre tres equipos: Colo-Colo, Universidad Católica y Universidad de Concepción. Claramente un equipo con más posibilidades que otro, pero los tres atentos al zarpazo.
Pensando en las distintas vicisitudes de los protagonistas del torneo, es decir Paredes y sus televisores, Michael Ríos y su empresa de frutos secos, Jadue, Varela, los árbitros etc. Más que campeonato SocitiaBank parece Torneo Prision Break o Alcatraz Cup, quizás el próximo año debería jugar en Colina 1. En fin, dejando de lado todo lo extraño que ha acontecido, podemos señalar que es un torneo muy raro, lo árbitros y su magro desempeño han contribuido bastante en las dudas que podemos tener en relación a los resultados de cada partido, cada cobro medio raro, se transforma en suspicacia. Recuerdo un tiempo que pasó por la mente de algunos personajes traer árbitros argentinos a dirigir nuestro torneo.
En definitiva y en un muestra de “transparencia” los partidos entre Colo-Colo y Universidad de Concepción, Universidad Católica y San Luis de Quillota; se jugaron a la misma hora, en un domingo calurosísimo jugaron a las 16:00.
Colo-Colo vs Universidad de Concepción, un partido intenso y con oportunidades claras para ambos equipos. La primera de Jean Beausejour que contuvo el “tigre” Muñoz, la réplica de Gabriel Vargas que desvió el travesaño y finalmente terminando el primer tiempo un golazo de Martin Rodríguez que desato la alegría en Pedreros. Mientras tanto, en los faldeos cordilleranos Universidad Católica no podía doblarle la mano al equipo del “cheito” Ramírez. El engranaje cruzado sucumbía ante la presión de jugar por el primer lugar y se dejaba dominar por los canarios que en este partido parecían aves rapaces sobrevolando un cadáver.
En segundo tiempo en Pedreros fue más de los mismo, Colo-Colo se dedicó a defender su 1-0, mientras que los adiestrados por Ronald Fuentes buscaron desesperadamente el descuento. El “tigre Muñoz” contuvo varios mano a mano que más por mérito propio los ganó por impericia de los atacantes albos. Esteban Paredes jugo con una molestia en el hombro –quizás por descargar televisores-, pero nada preocupante. Reclamar por el penal de Cáceres y la amarilla a Lepe por reclamar la mano en el área del defensor paraguayo, da lo mismo; Chandía ya habló y la duda se confirma con el ejercicio dudoso del arbitraje chileno.
Mientras tanto en la pre-cordillera Católica logró marca diferencia frente a los “canarios” en el minuto 55´, 1-0 para el local. El resto del partido se siguió viendo un equipo nervioso que no pudo refrendar su calidad futbolística, de plantel y trabaja técnico en una clara y aplastante ventaja en el marcador. Dos partidos para mi gusto fomes, a pesar de lo que se jugaban los nervios jugaron de local y los fantasmas en San Carlos tenían palco preferencial. Por otro lado Coto Sierra, con un esquema aburrido, tan aburrido como sus últimos partidos en Unión Española, cero riesgo, cambios puesto por puesto y el constante llanto de que juegan muchos partidos.
Lo rescatable fue el marco de público en ambos estadios, al fin estadios llenos. La gente se volcó en los dos extremos de Santiago y lleno, alentó y apoyo a sus equipos. La hinchada es la eterna novia que espera vestida al novio para que llegue a desposarla con una Copa como símbolo de aquel romance de infancia que vivirá hasta la vejez.
La próxima y última fecha se jugará Audax Italiano versus Universidad Católica y Santiago Wanderers versus Colo-Colo. Esperemos ver un mejor espectáculo por parte de los jugadores y que los señores de negro no “quieran ser figura” como señaló Francisco Anderson Huaiquipán.
