El defensor argentino se desvinculó del club franjeado tras la discusión con el ayudante Leonardo Zamora y, antes de partir, manifestó que el vivió durante tres o cuatro meses la falta de respeto del DT Mario Salas.
Finalmente, el defensa argentino Matías Cahais se desvinculó de Universidad Católica tras protagonizar un fuerte encontrón con el cuerpo técnico encabezado por Mario Salas, específicamente con el ayudante Leonardo Zamora.
Antes de partir de Chile, el zaguero se lanzó con todo en contra del adiestrador de los cruzados ya que considera que en la precordillera le respeto y que no todo se debió a que no fuera del gusto del “Comandante”.
“Fue una situación difícil para mí, porque no fue sólo futbolístico el tema. Es un cúmulo de cosas que terminaron el jueves pasado con una discusión, pero la realidad es que hubo una falta de respeto total, una casi humillación a lo largo de tres o cuatro meses”, reconoció el trasandino a radio Cooperativa.
“Todo tiene un límite y mi límite llegó. No fue la mejor forma, pero soy un hombre, tengo sangre y no voy a permitir que nada ni nadie me falte el respeto y menos por la forma en que siempre me comporté, más allá de si era o no del gusto del técnico”, añadió el defensor.
Respecto a la discusión que tuvo con Leonardo Zamora, Cahais dijo que “durante el entrenamiento me sacaron, estaba jugando en los suplentes. Me siento en el banco, estoy por empezar a tomar agua, me dicen que vuelva a entrar; cuando lo hago, me dicen que salga y cuando me estoy sentando, dicen de nuevo que entre. Fue la gota que rebalsó el vaso”.
“Fueron millones de cosas que pasaron en estos cuatro meses. Fue una falta de respeto constante, más allá de jugar o no. Es algo personal, nunca me dieron razones futbolísticas por las cuales no estaba. Me dijeron que no iba a concentrar a lo largo de todo el torneo, cuando me habían dicho antes que me tenían en cuenta y que era importante”, complementó.
Por último, el jugador reconoció sentirse perjudicado porque “no voy a conseguir club ahora. Al que trataron mal y que casi lo humillaron siempre fui yo. Nunca salí a hablar ni a quejarme, siempre tuve la buena disposición en el club, me manejé de la misma forma, pero todo tiene un límite, cuando se pasa la raya no es lo correcto”.
Fuente: Cooperativa
