En el mes de la patria y más en esta controversial semana exijo respeto y compromiso para un pueblo carente de triunfos. Solo pido referentes a la altura.
No puedo disimular la incomodidad que se apoderó de mí cuando algunos jugadores de mi selección tomaron para la chacota el himno nacional. Es un momento solemne en el que debe existir respeto. No puedo concebir esta jugarreta y me parece inaceptable que en los medios no fustigaran esta indecorosa acción.
Cuando en mi televisor noté esta ignominia supe que esta selección no es ni será la mejor de la historia (debate de moda), llegaron a mi mente verdaderos referentes que cantaban con orgullo y pasión este canto emblema de la patria. Cómo no recordar al gran capitán Iván Zamorano que me ponía la piel de gallina en Francia 98 cuando entonaba el himno patrio, o a nuestro gran medallista olímpico Nicolás Massú en Atenas 2004 cuando emocionado cantaba el hermoso puro Chile…
Esta selección contó en décadas pasadas con el más grande central de la historia, hablo de don Elías quien estoy seguro en aquellos tiempos no hubiese dejado pasar algo así. Se molestaba hasta cuando sus compañeros luego de perder intercambiaban las camisetas, a eso me refiero, a un amor por tu bandera, por tus raíces, por el suelo que te vio nacer.
A medida que empecé a digerir este mal rato, traté de imaginar a Maradona haciendo esto con su himno y a la vez supuse que haría Argentina ante una falta como esta, en ese momento pude darme cuenta por que Chile no es campeón del mundo y a la vez entendí el por qué al otro lado de la cordillera son mucho más futbolizados. Tiene todo que ver.
La bandera tiene tres colores, blanco, azul y rojo, y un futbolista que represente a mi país tiene que personalizar esos colores cuando se ponga la camiseta de la selección. El rojo lo encarnan cabalmente con la garra y la lucha a la que se entregan en la cancha, el azul lo simbolizan con el equilibrio y la armonía como equipo entre sus líneas, el blanco es el color perfecto, la luz, la claridad para enfrentar a los rivales y ustedes poco a poco están llegando a ese blanco puro y perfecto. Pero esta bandera no solo tiene colores, recuerden que llevamos una estrella y para que ustedes sean eximios portadores de esta estrella deben admirar a sus compatriotas y respetarlos incondicionalmente. Les pido de corazón que cada vez que representen a los chilenos lo hagan con orgullo e hidalguía y que nunca más le falten el respeto a su pueblo con inmadureces. Recuerden que el chileno en general lucha día a día con sus obligaciones agotadoras y estresantes, y que con la selección logran salir un poco de sus rutinas. Háganlos sentir orgullosos de ustedes, canten el himno por todos ellos y cuando realmente lo entiendan, van a poder jugar y alcanzar la grandeza de don Elías, Iván Zamorano y el Nico Massú.
Juan Oscar Saldaña – Twitter @saldana_juan
