Los regalos para esta navidad no solo estuvieron bajo el árbol de pascua, también llegaron en forma de resultados deportivos. “Lo cierto es que no habría adivinado un Año Nuevo así. Hicimos grandes regalos de Navidad en los últimos dos partidos a favor de los adversarios” decía José Mourinho tras la derrota del Chelsea frente al Tottenham, por cinco goles a tres. Como buen niño, Manuel Pellegrini cumplió ganándole al Sunderland y después tuvo que esperar que santa clos escuchara sus plegarias y trajera el obsequio de sus sueños. Aunque tarde, “el viejito” le dio en el gusto y los citizens ya pueden disfrutar de ser los punteros de la Premier (junto a Chelsea). Alcanzar la punta del campeonato apenas comenzado el año es un registro simbólico -parecido al de anotar empezando el segundo tiempo- que psicológicamente significa un fuerte golpe para los blues y al mismo tiempo un promisorio comienzo de año para Pellegrini y sus dirigidos.
Superada la mitad de la liga premier son dos los equipos que -por puntos- pelearan las ultimas 18 fechas restantes. Manchester City y Chelsea tienen 46 puntos cada uno e igualan en toda estadística (v, e, d, gf, gc, etc). Esta vibrante rivalidad además se extiende a la banca, que tiene a dos viejos conocidos peleando codo a codo. La competitividad y los roces entre el ingeniero y Mou se remontan a los años en que ambos técnicos se veían las caras en el futbol español. Apenas el portugués empezó a trabajar en el Real Madrid deslizó críticas contra el anterior proceso del chileno con los merengues, calificándolo de mediocre y perdedor, desde ese momento el chileno pasó a ser un objetivo permanente de los dardos de Mourinho. El taciturno de Pellegrini siempre quiso trasmitir una actitud desinteresada frente a los ataques de Mou, pero como todo humano de sangre caliente, no pudo soportar que le siguieran “tocando la oreja” y entró en el juego. A su manera, expresó ser una persona que maneja códigos muy distintos a Mourinho y en una ocasión se fue sin despedirse del ex Porto, tras un partido que los confrontaba. “Ya no le voy a contestar, no voy caer tan bajo” llego a decir una vez.
Lo mágico de todo esto es que después de la experiencia en el fútbol español, Mou y Pelle recayeron en el futbol inglés para jugar su segundo tiempo personal. Partido a partido de reojo se observan, en busca de desnivelar una disputa con sorprendente paridad. Entre estrategias mediáticas, Mou se hace el listo, comentando que el Manchester City es favorito a ganar el campeonato porque cuenta con el mayor presupuesto en Inglaterra y ensucia las cosas (a lo barroso) manifestando sospechas del arbitraje en cada partido. El contrataque del ingeniero siempre es mesurado, simplemente lo neutraliza con frases que muestran indiferencia y desprecio por los dichos del portugués. Como es lógico, los puntos son los que hablan y en la cancha se vive la lucha de verdad, en esta materia la temporada pasada, el chileno le sacó ventaja a Mou, ganando la Premier en una apasionante definición. Este punto de inflexión en la relación de los técnicos terminó con la relación de poder, que tenía a Mourinho mirando hacia abajo al ex Málaga, porque Pellegrini conseguía su primera liga en Europa y se convertía en un ganador y una amenaza con argumentos para el ex Inter.
¡Que fantásticas 18 fechas quedan por delante! Durante esta carrera de dos, Mourinho seguirá echándole la culpa al arbitraje y provocando a Pellegrini a ver si lo saca de sus casillas de gentleman. Pellegrini en cambio, no saldrá del enfoque deportivo, igualmente los más observadores detectaran como el lenguaje no verbal del chileno se alterara cada vez que le nombren a su enemigo futbolístico. La batalla directa tiene fecha: sábado 31 de Enero, ese día el show está asegurado. Un bicampeonato seria histórico para la gente del City, en cuanto al Chelsea, su DT no soportara ver a Pellegrini celebrando a su costa. Seguramente la tensión en las bancas se trasmitirá al juego ese día. Sencillamente imperdible.
Ismael Ugarte @UgarteIsmael
